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Tratamiento de la hiperplasia prostática (HBP)

Hasta hace poco, el objetivo principal del tratamiento de la HBP consistía en reducir los síntomas molestos del tracto urinario inferior que hubieran llegado a ser intolerables.1 Sin embargo, datos más recientes sugieren que otro de los objetivos legítimos de la terapia para la HBP es la reducción del riesgo de futuras complicaciones relacionadas con la salud.2 Para conocer las complicaciones, haga clic aquí.

  • Si el objetivo consiste en reducir los síntomas de molestia, su doctor puede recomendar un tratamiento basado en la frecuencia, gravedad y grado de las molestias asociadas a los síntomas del tracto urinario inferior2
  • Si el objetivo consiste en reducir el riesgo de futuras complicaciones, es importante evaluar el tamaño de la glándula prostática porque el tamaño de esta puede predecir riesgos futuros2

Opciones de tratamiento de la HBP

Observación cautelosa

En general, no es necesario ningún tratamiento para aquellos hombres que solo sufran pocos síntomas y que no sean objeto de molestia.1 En estos casos, cuando los síntomas de la próstata agrandada sean leves o moderados, los doctores pueden recomendar una observación cautelosa y, a menudo, piden a sus pacientes que realicen un seguimiento de los síntomas de HBP antes de proseguir con otras vías de tratamiento. Se recomienda a aquellos pacientes con síntomas y molestias moderados que opten por la observación cautelosa si creen que los beneficios pesan más que los riesgos de una terapia activa.3

Medicación

A menudo, los médicos prescribirán medicamentos para el tratamiento de los síntomas de la próstata agrandada. Algunos de estos medicamentos son:
  • Alfa bloqueantes, que relajan los músculos que rodean el cuello de la vejiga, facilitando así la micción. Entre los efectos secundarios más habituales, se incluyen la reducción del semen liberado durante la eyaculación, tensión baja, mareos, dolor de cabeza y estómago o irritación intestinal y moqueo o congestión nasal.4 También existe un riesgo de iris laxo en caso de cirugía de cataratas en cualquier paciente que haya tomado alguna vez alfa bloqueantes5
  • Inhibidores de la alfa-reductasa, destinados a ayudar a encoger la glándula prostática. Los efectos secundarios más comunes son la disfunción eréctil, disminución de la libido y reducción del semen durante la eyaculación6
  • Combinación de ambos

Cirugía invasiva

El tratamiento quirúrgico se convierte en una opción válida cuando los síntomas no han respondido a la medicación y producen una molestia lo bastante importante como para disminuir la calidad de vida. Además, la cirugía es necesaria en los siguientes casos1:
  • Daños renales debido a un vaciado inadecuado de la vejiga
  • Incapacidad total para miccionar después del tratamiento de la retención aguda de orina
  • Incontinencia debido a sobrellenado o el aumento de la sensibilidad de la vejiga
  • Aparición recurrente de sangre en la orina a pesar del tratamiento con medicación
Resección transuretral de la próstata (RTUP)
Aunque existen diversas opciones invasivas, la piedra angular para el tratamiento de la HBP se denomina resección transuretral de la próstata (RTUP). Este procedimiento quirúrgico ha demostrado un alivio duradero de los síntomas, lo que es significativamente mejor que aquello que se puede conseguir con la medicación.1 Sin embargo, siempre existen riesgos asociados a la cirugía y hay constancia de efectos secundarios prolongados como, por ejemplo, eyaculación retrógrada, Infeccion urinaria (ITU) recurrente, estrechamiento del cuello de la vejiga, hemorragias excesivas y sangre en la orina4 Asimismo, la resección transuretral de la próstata (RTUP) requiere una estancia hospitalaria de dos a tres días y la mayoría de los pacientes deben llevar una sonda generalmente durante los dos días posteriores a la operación.7-9

Alternativas quirúrgicas mínimamente invasivas

A pesar de los éxitos clínicos de la resección transuretral de la próstata (RTUP), el nivel y gravedad de las complicaciones han conducido al desarrollo de herramientas quirúrgicas mínimamente invasivas alternativas para la HBP.7 La mayoría de urólogos colocan estas terapias en un lugar intermedio entre el tratamiento médico y el tratamiento quirúrgico.8
Aunque existen muchas opciones de tratamiento médico y quirúrgico, existe un impulso continuo para desarrollar opciones de tratamiento menos invasivas, eficaces y económicas.10 Este hecho ha llevado a una gran afluencia de alternativas quirúrgicas mínimamente invasivas que alivian los síntomas del tracto urinario inferior sin hospitalización y con menos efectos secundarios como, por ejemplo, las siguientes9:
  • Ablación transuretral con aguja (TUNA), procedimiento por el cual se utilizan agujas de radiofrecuencia colocadas directamente en la próstata para generar calor y provocar la coagulación. Entre sus efectos secundarios se incluyen sangre en la orina, molestia e infección del tracto urinario.
  • Termoterapia transuretral inducida por agua (WIT), que utiliza agua caliente en circulación a través de un sistema de catéteres y por la presión de un globo para destruir el exceso de tejido prostático. Un efecto secundario habitual es la sangre en la orina.
Aunque estos tratamientos producen un nivel inicial de alivio de los síntomas, es importante tener en cuenta que la eficacia a largo plazo de estos procedimientos sigue sin estar clara.
Terapias con láser Con estudios de caso documentados, las terapias con láser se han convertido en una alternativa viable para la resección transuretral de la próstata (RTUP) Las opciones con láser eliminan el tejido agrandado de la próstata a través del uso de láseres de gran potencia. Actualmente, existen dos terapias con láser de uso más extendido: enucleación con láser de holmio (HoLEP) y vaporización fotoselectiva de la próstata (PVP).9
  • El procedimiento de HoLEP es complicado debido a la pronunciada curva de aprendizaje9 que implica un resectoscopio insertado en la uretra a través del pene. El tejido de la próstata se vaporiza por la acción del láser de holmio. Normalmente, al paciente se le extrae el catéter al día siguiente y permanece una noche en el hospital11
  • La vaporización fotoselectiva de la próstata (PVP), a la que también se hace referencia como el procedimiento láser GreenLight™, se asocia a resultados similares a los de la resección transuretral de la próstata (RTUP) con un perfil de riesgos más favorable.7 Consiste en un láser de gran potencia insertado a través de la uretra que vaporiza de forma inmediata y precisa el tejido prostático agrandado. La mayoría de los pacientes regresan a casa en las horas posteriores a la intervención, normalmente sin la necesidad de una sonda, y pueden volver a las actividades normales que no impliquen esfuerzos en unos días7-9

Sonda prostática permanente

Esta opción se reserva a aquellos pacientes que sufren una obstrucción grave y, por tanto, no pueden someterse a la cirugía.

La opción de un tratamiento u otro se basa en la gravedad de sus síntomas, el grado de afección de su vida diaria y la presencia de otras condiciones médicas.11 La recomendación de tratamiento debe proceder de su médico.

Referencias:

  1. Carter HB. Trastornos de la próstata: The Johns Hopkins White Papers. Baltimore, MD: Johns Hopkins Medicine; 2010:1-24.
  2. McNaughton-Collins M, Barry MJ. Gestión de pacientes con síntomas del tracto urinario inferior que sugieren hiperplasia benigna de próstata. Am J Med. 2005;118:1331-1339.
  3. American Urological Association. Investigación y orientaciones para el futuro. En: Guía de la AUA para la gestión de la hiperplasia benigna de próstata. Linthicum, MD: American Urological Association Education and Research, Inc; 2003;1:1-7.
  4. Agrandamiento de la glándula prostática. Herramientas MayoClinic.com para vidas más sanas. Artículo original: www.mayoclinic.com/health/prostate-gland-enlargement/DS00027/DSECTION=2. Acceso: 11 de marzo de 2008.
  5. Información de prescripción de Flomax (clorhidrato de tamsulosina), Boehringer Ingelheim Pharmaceuticals.
  6. Hiperplasia benigna de la próstata (HBP): guía para el paciente. Fundación AUA 2005. http://www.auanet.org/guidelines/patient_guides/bph_guide_2003.pdf. Acceso: 11 de marzo de 2008.
  7. Comparación de resultados clínicos de la prostatectomía con láser GreenLight KTP-532 (80 W) frente a la resección transuretral de la próstata (TURP). Informe de AMS, 2008.
  8. Van Heist P, D’Ancona F. La gestión de la hiperplasia benigna de la próstata: actualización en terapias mínimamente invasivas para la hiperplasia benigna de la próstata. Minerva Urol Nefrol. 2009;61:257-268.
  9. Barry M, Roehrnorn C. Gestión de la hiperplasia prostática benigna. Annu Rev Med. 1997;48:177-189.
  10. Armstrong N, Vale L, Deverill M, et al. Tratamientos quirúrgicos para hombres con agrandamiento benigno de la próstata: estudio de la relación entre coste-eficacia. BMJ. 2009;338:1-13.
  11. Próstata agrandada. US National Library of Medicine, National Institute of Health. http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000381.htm. Acceso: septiembre 27, 2010.